Consonantes, disonantes y discordantes son los caminantes. No los de ahora sino los de antes, no los de Nantes sino unos semejantes.
Llenaban las calles cantantes, maleantes y acompañantes con caminos aberrantes en horas de tiempo apremiante.
La noche burbujeante, sonriente y beligerante, nos mira desde lejos con silencio fulminante. Un sollozo mutante y una carcajada distante bastaron para advertir al caminante, aquel comerciante de Alicante, que su fatigante caminata no era como la de antes. Fin.
xxxcambio y fueraxx
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Impresionante.